La “trumpización” del Grand Old Party
Te contamos cómo Trump ha logrado mantener su control absoluto sobre el GOP: lealtades blindadas, una agenda personalizada y castigos a quienes osaron desafiarlo.
Mike González destaca que el voto hispano en EE.UU. no es homogéneo. El Partido Republicano ha ganado apoyo, especialmente entre trabajadores y conservadores, debido a valores compartidos, mientras que los demócratas pierden terreno al priorizar temas de identidad.
En las últimas décadas, el voto hispano ha adquirido una relevancia central en la política de Estados Unidos. Representando aproximadamente un 14% del electorado y casi un 20% de la población total del país, los hispanos se han convertido en un grupo clave que ambos partidos intentan atraer. Sin embargo, no es un grupo homogéneo. Se compone de diversas comunidades con orígenes nacionales, culturales y socioeconómicos distintos. Desde los cubanoamericanos en Florida hasta los mexicanoamericanos en Texas y California, sus preferencias políticas han mostrado patrones variados, complicando la tarea de los partidos para captar su voto.
En esta entrevista, Mike González, investigador principal de la Heritage Foundation, analiza las claves del voto hispano, su evolución y la lucha de los partidos por ganarse el apoyo de este creciente y diverso sector del electorado.
Entrevista de NotNews a Mike González
PREGUNTA: Viendo los datos de la población hispana en Estados Unidos, los hispanos son un grupo de personas muy importante en la que todos los partidos están intentando pescar votos. ¿Cuándo dirías que los intentos, sobre todo de los dos grandes partidos, de intentar atraer votos de ese electorado se han hecho más evidentes?
RESPUESTA: Primero, hay que decir que no es un solo grupo. El concepto de hispano fue creado por el gobierno estadounidense en 1977, en un programa de la oficina de Management and Budget, y apareció en el censo por primera vez en 1980. Antes de 1980 nadie era contado como hispano en este país.
Políticamente, ni siquiera se puede hablar de cubanoamericanos, mexicanoamericanos, puertorriqueños o salvadoreños como un grupo homogéneo. Hay una diferencia importante entre, por ejemplo, los mexicanos del sur de Texas, del Valle del Río Grande, que se han vuelto mucho más conservadores, y los mexicanoamericanos de Los Ángeles. El cubanoamericano de Miami es muy diferente al de New Jersey, donde también hay muchos cubanos, pero son más liberales.
Volviendo a tu pregunta, los dos partidos tratan de atraer este voto. El Partido Demócrata siempre ha creído que este es un voto que le pertenece, pero ahora está comenzando a perderlo. Comenzó a perderlo de una manera más acelerada en la elección de 2020 con Donald Trump, que ganó en el condado de Valle del Río Grande y el en de Zapata, que es 92% mexicano americano. Y también ganó un 39% del voto llamado hispano, en comparación con Mitt Romney que consiguió un 27% 8 años antes. Le asusta y sorprende a mucha gente, pero a mí no me sorprende nada.
PREGUNTA: Entonces, ¿Qué es políticamente un hispano en Estados Unidos?
RESPUESTA: Te dicen que si te autoidentificas como hispano eres hispano, pero no es cierto.
El censo tiene dos preguntas que se refieren a la raza y a la etnia. Te preguntan si eres blanco, negro, asiático, o de origen indígena, y luego si eres hispano o no. Y si tu origen es mexicano, cubano, peruano, etc., eres hispano.
Si no contesto y ven mi nombre o tengo un apellido que suene hispano, a veces el jurado del censo te clasifica como hispano de todas maneras. Y a veces, si hay duda, pero soy de un vecindario de Los Ángeles que es muy mexicano, también me clasifican como hispano. Si soy mitad hispano y mitad irlandés, me ponen hispano.
A veces uno se pregunta si lo que el censo quiere es llegar a un país que es mayoría-minoría. A un país al que nunca llegaremos por razones que son lógicas. Una persona que tiene un abuelo coreano no va a pensar que es es coreano-americano, va a pensar que es un americano blanco, o negro si es negro. Una vez que te asimilas y tienes nada más que un cuarto o medio, no te piensas como minoría.
Hay una obsesión política en que sí te piensas como minoría, te piensas marginalizado. Y ese es el problema.
PREGUNTA: A los españoles, y a los europeos en su conjunto, nos choca mucho esta idea que siempre se escucha del afroamericano, japonés-americano o indio-americano. No se suele hacer esa doble composición que sí se hace por ejemplo en el caso de los Estados Unidos. ¿Tú crees que eso obedece un poco a lo que estabas comentando ahora, a esa necesidad de categorizarte en un grupo al que se considera una minoría y además una minoría maltratada, oprimida?
RESPUESTA: Ese es el empeño. Este concepto es una idea política.
En los años 70, los activistas de izquierda exigieron que se creara la categoría “hispano” en el censo. Esto lo he documentado en uno de mis libros. En un debate entre un oficial del censo y un líder de un grupo activista, el oficial del censo decía ‘tenemos toda la información que queréis, en qué país naciste, en qué país nacieron tus padres, qué idioma hablas en tu casa’, y el activista responde que no nos interesa la información sino la categoría, porque lo que querían es crear una categoría de minoría que se autoidentificara como víctima, como maltratada, para poder cambiar el país.
Esta idea surgió cuando la izquierda se dio cuenta de que el obrero no quería ser revolucionario. El obrero fue muy mal revolucionario, como se demostró en Alemania y en Italia en los años 20 y después aquí en este país. El obrero americano quería tener mejores condiciones en su fábrica, quería tener una semana de cinco días, trabajar ocho horas, tener vacaciones una vez al año, pero no quería la revolución. Entonces, la izquierda decide trasladar ese proyecto revolucionario a las razas y minorías sexuales. Crean la categoría de hispano con esta idea detrás. Es todo un esquema político para conseguir el poder.
PREGUNTA: Mencionabas tú al principio que este grupo de grupos históricamente ha votado de forma mayoritaria al Partido Demócrata. Parece estar cambiando, o por lo menos se están reduciendo las diferencias.
RESPUESTA: Con una excepción, el cubano americano, mi gente. Los expertos que han analizado el voto por distritos dicen que los cubanos votaron hasta en un 75% por Trump, en algunos distritos de Miami. También los puertorriqueños de Florida central votaron más del 50% por Trump, algo muy diferente de los puertorriqueños del noreste, que viven en Nueva York, en Hartford, en Philadelphia...
PREGUNTA: ¿Crees que estos patrones distintos de la forma de votar tienen que ver con características de quienes forman estos grupos? Por ejemplo, el hecho de que tengan ingresos de media más bajos que el resto, o los barrios en los que viven… o los temas que ha puesto encima de la mesa históricamente el Partido Demócrata frente a los que ha puesto el Partido Republicano.
RESPUESTA: Los dos. El Partido Demócrata se está alejando del votante trabajador, por las razones que acabo de discutir. El trabajador no tiene ningún interés en una revolución que cambie el país, nada más quiere mejores condiciones y hacerse rico.
Ese alejamiento de la clase obrera por parte del Partido Demócrata ha hecho que el Partido Republicano haya respondido mejor a sus inquietudes y quehaceres, acercándose a ese votante.
Ahora, el votante blanco que no tiene educación universitaria, los Non-College Whites, vota muy mayoritariamente por el Partido Republicano. Esto es algo nuevo. Y el hispano, que tampoco ha ido a la Universidad y que es de clase obrera, está actuando de la misma manera. Está decantándose mucho más por el Partido Republicano de lo que lo había hecho antes.
Entonces sí, tiene que ver con lo que llamamos aquí “clase socioeconómica”.
PREGUNTA: Sin embargo, todavía hay un porcentaje mayoritario que vota al Partido Demócrata. En las elecciones de medio mandato de 2022 el voto hispano al Partido Republicano fue casi del 40%, pero todavía hay una brecha.
RESPUESTA: El Partido Republicano no necesita ganar el 70% del voto hispano. Tiene que hacerlo mejor de lo que lo había hecho antes. Y ese nivel está al 27%, que es lo que obtuvo Romney.
Ahora el Partido Republicano obtuvo un 39% en las últimas elecciones. Eso es grandísimo. Y si Trump gana, tal y como se espera, ese porcentaje será tal vez un 42, un 43 o un 44%.
PREGUNTA: ¿Pero por qué crees que el partido republicano no ha conseguido ser mayoritario en ese grupo todavía?
RESPUESTA: Creo que el Partido Republicano no ha hecho el esfuerzo necesario. El Partido Demócrata ha hecho un esfuerzo mayor, porque este sí que ve al país como un conjunto “balcanizado”, algo que el republicano no ve. El conservador no ve al país como dividido en diferentes grupos, sino como una nación con coherencia, que tiene objetivos y exigencias comunes. Y eso está más cerca de la realidad.
El demócrata siempre pensaba que, por ejemplo, la inmigración era lo más importante para el hispano, pero cuando se le pregunta al hispano qué es lo que le interesa políticamente, es lo mismo que al blanco o negro no hispano: la educación, la economía, la seguridad, poder caminar en la calle sin que te maten o te roben. La inmigración aparece como número 5 o 6 en la lista de prioridades. Ese fue un error del Partido Demócrata, aunque, sí, Barack Obama recibió más del 70% del apoyo hispano.
Pero eso es cosa del pasado, porque el Partido Demócrata, con estas teorías de raza y de sexo, que son bastante extremas, se ha alejado mucho de la mentalidad hispana. Una persona no quiere que sus hijas entren en un baño con un hombre que mide dos metros... que sea un hombre completo, con todos sus órganos masculinos, no quiere que esa persona entre en un baño de niñas. Esto choca mucho con la mentalidad hispana.
También lo puedes ver en el rechazo al término "latinx". La gran mayoría de los hispanos dicen que no les gusta ni se identifican con el término "latinx" y no quieren que se use con ellos.
PREGUNTA: ¿Podrías explicarnos de qué se trata? Para la gente que no os vaya a escuchar y que no esté muy familiarizada con esta cuestión del término "latinx", si nos puedes contar a qué se refiere y un poco de dónde surge.
RESPUESTA: El término surge porque el inglés no tiene género, mientras que en español sí. Por ejemplo, "el mar" es masculino y "la mesa" es femenina. En español, cuando se habla en plural, si hay hombres y mujeres, se usa el masculino genérico, "latinos". Pero si tienes esta mentalidad de teoría de género, consideras que esto es sexista y crees que se debe buscar un término neutral. Así nace "latinx", que no es ni "latino" ni "latina".
Para los hispanohablantes, esto es una barbaridad, un insulto a la lengua española. Viajo mucho a Nueva York, visito bodegas puertorriqueñas y dominicanas, y voy mucho a Miami. En estos lugares, cuando menciono "latinx", lo odian. Las encuestas también lo confirman: a los hispanos no les gusta este término.
PREGUNTA: En algunas encuestas, una de las cuestiones que sí que se está viendo es la importancia que le dan al aborto. Eso se relaciona con una hipótesis que ha ganado relevancia entre los círculos republicanos de que los latinos que viven y votan en Estados Unidos tienen un sesgo cada vez mayor conservador. Y que eso es uno de los factores que puede estar haciendo que cada vez un número mayor se decanten por el partido republicano. No sé si tú compartes esa tesis.
RESPUESTA: Completamente. Estoy escribiendo un ensayo sobre este tema. Las encuestas muestran que los hispanos son mucho más contrarios a las teorías de género y a las cirugías en menores que los blancos y negros no hispanos.
Temas como los baños para personas transgénero, las cirugías de reasignación de sexo o las terapias hormonales no encajan con la mentalidad mexicana-americana de Texas, la cubana-americana de Miami o la puertorriqueña de Orlando. Creo que esta es una de las razones por las que los hispanos están girando hacia el conservadurismo.
Estas teorías son muy recientes, se han instalado en los últimos 10 años y han avanzado rápidamente desde 2020 con el movimiento Black Lives Matter. La sociedad ha cambiado mucho, o al menos lo intentan. Y esto no es solo mi opinión; otros expertos en el tema están de acuerdo.
"En las comunidades fronterizas, mayoritariamente mexicanoamericanas, existe una gran irritación. (...) Son ellos quienes sufren directamente las consecuencias de la frontera abierta: tráfico de narcóticos, menores, mujeres, robos y la entrada de fentanilo. Los liberales pensaron que abrir la frontera sería bien recibido por los hispanos, pero fue todo lo contrario."
PREGUNTA: Al final, en 2016, fuese una cuestión de marketing o una cuestión más profunda, recuerda todo el revuelo con la cuestión del muro en México de la campaña de Trump. Y a la vez, en principio, según las estadísticas, un importante número de los hispanos en Estados Unidos es de origen o ascendencia mexicana. Entonces, ¿Cómo encajan ambas cosas?
RESPUESTA: Viajo mucho y paso tiempo en la frontera con los guardias fronterizos. La mayoría de ellos son de origen mexicano-americano, y les molesta mucho que la frontera esté abierta bajo el gobierno de Joe Biden. Esa es una razón clave que ha llevado al cambio hacia el voto conservador.
En las comunidades fronterizas, mayoritariamente mexicanoamericanas, existe una gran irritación. El Valle del Río Grande, por ejemplo, tiene más del 90% de población mexicanoamericana. Son ellos quienes sufren directamente las consecuencias de la frontera abierta: tráfico de narcóticos, menores, mujeres, robos, y la entrada de fentanilo. Los liberales pensaron que abrir la frontera sería bien recibido por los hispanos, pero fue todo lo contrario.
PREGUNTA: Las diferencias entre algunos estados, entre los estados en los que hay una población hispana más numerosa, como California o Florida, son claras. Uno tradicionalmente demócrata y otro tradicionalmente republicano. ¿Qué crees que determina esa diferencia? ¿Qué características tienen los hispanos que mayoritariamente viven en un estado y en el otro para que tengan un resultado tan disparo en ese sentido?
RESPUESTA: La diferencia entre California y Florida es sencilla: en California, la mayoría de los hispanos son de origen mexicano, seguidos por salvadoreños. En Florida, la mayoría son cubanos, seguidos por puertorriqueños, venezolanos y sudamericanos. Sin embargo, el contraste más interesante es entre California y Texas, donde la mayoría de los hispanos son mexicanoamericanos.
En Texas, los mexicanoamericanos representan el 38% de la población, mientras que los blancos no hispanos son el 37%. A pesar de esto, Texas sigue siendo conservador, mientras que California es muy liberal. Esto demuestra que no se puede hablar de un "voto hispano" uniforme, ni siquiera de un "voto mexicanoamericano". La diferencia entre Los Ángeles y McAllen, Texas, es enorme, y mucho tiene que ver con la cultura tejana del sur de Texas, entre San Antonio y la frontera.
Texas es lo que es por la fusión entre la cultura mexicana y la cultura del sur de Estados Unidos, que es en gran mayoría del norte de Irlanda. Texas no se puede comprender sin México. Un conservador es alguien que quiere conservar, sobre todo sus tradiciones. Y lo que creo que está pasando es que el mexicano americano del sur de Texas se da cuenta de que tiene una tradición importantísima que quiere conservar, y esto lo hace más conservador. No ocurre igual en California, donde esta cultura mexicana no hace a California.
PREGUNTA: ¿Qué podemos esperar en estas próximas elecciones?
RESPUESTA: En estas elecciones es muy difícil adivinar. Cuando estaba Biden estaba muy claro que iba a ganar Trump. Cuando Biden dejó de ser candidato y ahora con Kamala Harris las encuestas están muy reñidas. Lo que sí podemos decir es que hay que ver nada más que 7 Estados. En la gran mayoría del país no va a cambiar nada. Florida, Texas van a votar republicano, y California, Nueva York o Illinois demócrata. Lo que nadie puede decir es qué van a hacer Arizona, Nevada, Georgia, Carolina del norte, Pennsylvania, Michigan o Wisconsin. En esos Estados es donde se están peleando.